miércoles, 3 de diciembre de 2008

España de cabo a rabo: Sevilla

Sevilla es la capital de la provincia con el mismo nombre, así como de la comunidad autónoma de Andalucía. El nombre de la ciudad viene de de la palabra árabe ishbiliya, que evolucionó hasta la forma que conocemos hoy.

Os voy a contar brevemente la historia de la ciudad.

Por Sevilla han pasado innumerables pueblos como los tartesos, los romanos y los visigodos. En la época musulmana, fue primero la sede de una cora, que es una división territorial típica de esta época. Después fue capital de un reino de Taifas que posteriormente se incorporó a la Corona de Castilla y León bajo el mandato de Fernando III. Desde entonces ha sido poblada por la aristocracia. En la Baja Edad Media, Sevilla se convirtió en una importante sede para el comercio europeo a la vez que sufrió una importante crisis demográfica a consecuencia de la Peste Negra en 1348 y la revuelta antijudía en 1391. Tras el descubrimiento de América a finales del siglo quince, Sevilla se convirtió en el centro económico del Imperio Español. El barroco fue su momento artístico más brillante a pesar de que el siglo diecisiete supuso una gran decadencia para la ciudad. En los siglos diecinueve y veinte, la ciudad vuelvió a recuperar su peso histórico gracias a su industrialización, la llegada del ferrocarril y posteriormente del AVE y sobre todo a la Exposición Iberoamericana en 1929 y la Universal en 1992.

Por su rica y larga historia, Sevilla posee un importante patrimonio artístico y monumental. Asique, a continuación vamos a dar un paseo por los mayores monumentos de la capital andaluza.

Empezaremos con el emblema de la ciudad, la Torre del Oro. Su nombre tiene dos posibles orígenes: Unos dicen que llama así por el reflejo de los azulejos que hay en la parte alta, que al darles el sol producen tonos dorados. Otros sostienen que su nombre se debe a que era la aduana donde se controlaba todo el oro que venía de América. Hoy en dia la Torre alberga un museo de elementos relacionados con la navegación, aprovechando su cercanía al rio Guadalquivir.

Otro monumento importante es la Giralda, que es el nombre que recibe el campanario de la Catedral de Santa María. La parte inferior de la torre fue construida en la época árabe y la superior, en la época cristiana. En su cúspide, hay una bola conocida como tinaja, sobre la que se alza el Giraldillo. Este elemento es una estatua de bronce que funciona como veleta y que fue la más grande durante el Renacimiento Europeo. Se dice que la parte árabe de la Giralda fue construida para conmemorar la victoria en la batalla de Alarcos. Lo que la gente no sabe es que la Giralda ha creado tendencia en Estados Unidos, ya que existe una réplica exacta de la torre en Kansas City.

¿ Y sabíais que la catedral de Sevilla es la catedral gótica más grande del mundo? Pero no solo eso eso, sino que también es el tercer templo más grande del planeta después de la Basílica de San Pedro en el Vaticano, y la de San Pablo en Londres. La catedral alberga más de 30 capillas y se encuentra repleta de obras de Zurbarán y Murillo. Pero hay algo que reposa en ella que es digno de mención: Los restos de Cristóbal Colón.

Y hablando de aristocracia… llegamos al Palacio de los Alcázares. Este palacio, aloja a los miembros de la Casa Real y a las importantes personalidades cuando visitan la ciudad. En la época musulmana, ya se usaba como residencia de los líderes árabes. La palabra álzacar significa fortaleza, y como no, el castillo hizo honor al significado de su nombre cuando en el año 884 evitó la invasión vikinga de la ciudad. Si visitáis este palacio, no olvidéis dar un paseo por sus jardines, lo que puede ser uno de los paseos mas agradables de la ciudad. Haciendo honor a su histórica trayectoria, el Palacio de los Alcázares ha sido el escenario de varias películas entre la que destaca “El reino de los cielos” del director Ridley Scott y protagonizada por Orlando Bloom.


Sevilla puede presumir de tener la que fue la primera plaza de toros redonda del mundo: La Real Maestranza de Caballería de Sevilla. A partir de su construcción, el resto de plazas taurinas del comenzaron a imitar su diseño. Hoy día la plaza puede considerarse como la catedral del mundo del toreo y la más famosa del todo el mundo.

La plaza mayor de Sevilla es la Plaza Nueva. Situada en el centro de la ciudad, es el sitio idóneo para empaparnos de la atmósfera andaluza. Esta plaza es el lugar en el que se situaron las piezas de artillería en 1936 para evitar que las autoridades sevillanas siguieran con el régimen de La República.

En la plaza nueva se encuentra la capilla de San Onofre, también conocida como la capilla de las Ánimas debido a una leyenda. Se cuenta que un fraile que se encontraba orando en una misa de difuntos, vio como otro fraile se dirigía al altar mayor para oficiar la misma, pero finalmente, se marchó sin hacerlo. Durante varios días el fraile vio como el otro seguía el mismo procedimiento, y se animó a preguntarle por que se comportaba así. El fraile le contestó que él era un espíritu y se encontraba allí porque Dios lo había condenado al purgatorio por incumplir la promesa de oficiar una misa de difuntos. La leyenda termina diciendo que el fraile ayudó al aparecido a oficiar la misa para que al fin pudiera descansar en paz.

Sevilla es una ciudad amurallada. En los tiempos de Julio César, cuando él era el cuestor de la ciudad, hizo construir sus murallas y los torreones. Estas murallas están situadas en la entrada al barrio de la Macarena. Precisamente, la puerta de la Macarena es la única puerta que se conserva en Sevilla de las 16 que tenía antiguamente. Por esta puerta entraban en Sevilla los reyes que la visitaban por primera vez. Una leyenda cuenta que junto a la puerta de la Macarena había un torreón donde vivía un diablo llamado Cascarrabias. Se cuenta que este diablo paseaba por las murallas de la Macarena y les tiraba piedras a todas las personas que entraban o salían por la ella.

En al barrio de la Macarena también tenemos otro lugar para dar un agradable paseo: La Alameda de Hércules. En el siglo dieciséis, el Conde de Barajas pobló el paseo con árboles y bonitas fuentes, coronándolo con dos columnas romanas sacadas de un tempo dedicado a Hércules. Por estar situada junto al río Guadalquivir, es una de las zonas más inundables de la ciudad. Tanto es así, que durante la epidemia de Peste Negra en 1649, la alameda estaba tan inundada que se navegaba por ella con barcos. Hoy en día, es una animada zona de copas y restaurantes.

Otro famoso monumento de la Ciudad es el Puente de Triana, que atraviesa el Guadalquivir uniendo el Barrio de Triana con el resto de Sevilla. Sobre el puente, lindando con el barrio de Triana, está la Capilla del Carmen. Esta capilla, es conocida con el nombre de “el mechero” ya que su forma recuerda a la de un antiguo encendedor.

Y Bueno, estos son los lugares que no debeis dejar de visitar. Pero sin duda hay dos eventos que Sevilla tiene marcados en rojo en el calendario: La Feria de Abril y la Semana Santa.


La feria de abril surgió en el siglo diecinueve como una feria de ganado. Los comerciantes se alojaban en casetas de lona, y alrededor de ellas se empezaron a congregar quioscos, puestos de comida y tenderetes. Así fue como la gente no interesada en el comercio comenzó a acudir al recinto que actualmente se encuentra en el barrio de Los Remedios. El símbolo de la feria lo esta representado por la Portada, que cada año se dedica a algún acontecimiento o edificio importante de la ciudad. La Portada puede alcanzar una altura máxima de 50 metros y está adornada por miles de bombillas. La Feria de Abril comienza con la noche del pescaíto, la cena previa al alumbrado de la Portada que se realiza cada martes a las 12 en punto de la noche. El punto final es el domingo siguiente con el apagado de las luces de la Portada y el castillo de Fuegos artificiales. El traje de feria femenino es el traje de flamenca, mientras que los hombres van vestidos con un traje corto acompañado de un sombrero cordobés. En la feria, es típico pasearse en coches de caballo, así como arrancarse a bailar unas sevillanas, el baile típico de la ciudad.


La Semana Santa de Sevilla merece un capítulo aparte, puesto que es la más famosa del mundo. Más de 60 hermandades pasean a lo largo de la semana imágenes representado la Pasión de Cristo. La Semana Santa se vive durante todo el año en la ciudad, ya que las hermandades trabajan dia a dia para lograr que su procesión sea inolvidable. Durante estos días, las cofradías salen de sus sedes y pasan por la Carrera Oficial, que comienza en la calle Sierpes y termina en la Catedral de Sevilla.

La música de la Semana Santa son las saetas. Se trata de una oración espontánea en forma de canto flamenco que toda persona puede hacer desde cualquier punto del recorrido. El día más especial de la Semana Santa sevillana es el Viernes Santo. Ese día tiene lugar la Madrugá, cuando las principales hermandades recorren las calles de Sevilla durante toda la noche.

En la Semana Santa de Sevilla, se dan varias tradiciones que son respetadas por todo el mundo: Por ejemplo, en el Domingo de Ramos se debe estrenar una prenda de vestir y visitar todos los templos. En jueves y viernes santo los hombres visten traje negro y las mujeres mantilla del mismo color, mostrando así luto por la muerte de Cristo.

En esta época primaveral, es tradicional también que los naranjos florezcan y que hagan que la ciudad tenga un aroma a azahar….

Si ya lo decía la canción… Sevilla tiene un color especial.

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