miércoles, 19 de noviembre de 2008

Valdecaballeros, un pueblo con encanto

Aquí os dejo mi sección sobre pueblos con encanto del tercer programa que realizamos el día 18 de noviembre en el programa "Turismo, que gran invento".

Hoy, en pueblos con encanto nos adentraremos en una pequeña localidad situada en Badajoz. La semana pasada estuvimos hablando sobre un pueblecito de Cáceres, y esta semana nos trasladamos hacia la otra provincia de la tan olvidada pero preciosa, Comunidad de Extremadura. Para situaros, Valdecaballeros se encuentra a unos 30 kilómetros de la famosa ciudad de Guadalupe. Tiene una posición privilegiada al cercarlo dos embalses muy caudalosos. Si vais en coche o en bus, antes de entrar al pueblo, pasaréis por Puerto del Rey, que así es como se llama a la presa situada al lado del embalse de Cijara que alimenta al pueblo con sus aguas. Cerca de la presa tenéis una pequeña zona de servicio donde dejar el coche para contemplar todo el embalse y hacer algunas fotos, sobre todo si coincidís con el atardecer. Desde la Presa, deberéis continuar por la N-502 y tomar el desvío hacia el pueblo por la carretera secundaria 316. Previamente, si salís de Madrid id por la Nacional V hasta la salida del embalse de Cazalegas con dirección Talavera de la Reina. Una vez allí, cogéis la carretera que os lleva hasta la Presa de Cijara con dirección Herrera del Duque.
El paisaje es, desde luego, el encanto de Valdecaballeros. Según nos vamos acercando al pueblo un sinfín de hectáreas de encinares pueblan los campos que desprenden un aroma de olores que nos trasladan hacia un mundo sin ruidos, ni coches, ni estrés por ningún sitio.

Ahora, os voy a comentar un poco la historia de Valdecaballeros. Este municipio se fundó en el siglo XI como una avanzadilla cristiana frente a la linea defensiva musulmana situada en el Guadiana. Es un pueblo aislado, que mucha gente no conoce, y por eso le hace ser único en toda la región. Volviendo al pasado más cercano, en los últimos años del franquismo, Valdecaballeros saltó a los medios de comunicación debido a la controversia que supuso la construcción de una de las centrales nucleares más modernas de aquellos tiempos. Y en efecto, la central se construyó, pero nunca entró en funcionamiento debido a la presión de muchos colectivos y la coincidencia de la muerte de Franco y la apertura de España hacia el exterior como una potencia que preservaba el medio ambiente.
Para los lugareños la medida no fue muy bien acogida, ya que eso significaría la migración de muchos jóvenes hacia las grandes ciudades para encontrar trabajo. Pese a ello, el pueblo creció a consecuencia de la edificación de la urbanización llamada Los Encinares. Estos chalets tenían la finalidad de dar cobijo a los trabajadores de la Nuclear. Como no se abrió la Central, la gentgente se fue y vendió sus casas a una buena parte de los lugareños a precios bastante asequibles. Esto contribuyó a que el pueblo no se quedara despoblado.
Tras este breve repaso, os explicaré los distintos lugares de interés.
En primer lugar, mencionar la Sierra del Risco, el lugar más alto del pueblo al cual se llega paseando por un sendero que parte del centro de la localidad. El sendero se encuentra rodeado de pinares y árboles centenarios y su nombre es Camino del Castillejo.
Como he dicho antes, desde el Risco se disfruta de una vista panorámica de la comarca. Para los oyentes aficionados a las aves añadir que podréis contemplar una gran cantidad de especies protegidas que anidan en sus alrededores: cigüeñas negras, grullas y buitres leonados entre otros.
En segundo lugar, os hablaré de la gran atracción turística del pueblo: la utilización de sus embalses como zona de ocio. Cualquiera puede alquilar una lancha, una zodiac o motos acuáticas y navegar por las aguas de los tres embalses de la región: el embalse de Cijara, el de García de Sola y el de Orellana (el más grande de todo Badajoz).
Además, es una muy buena oportunidad para ponerse a pescar dejando pasar las horas muertas mientras contemplamos el entorno natural del embalse. La pesca es muy variada: los pescados más comunes son las carpas, lucios y los barbos.
En tercer lugar, nos encontramos con el balneario del pueblo situado a escasos kilómetros del mismo. Con aparcamiento habilitado, el balneario llamado Baños de Valdefernando es un lugar de descanso con unos precios realmente decentes. Ubicado en un entorno natural de gran belleza, rodeado de zonas ajardinadas apropiadas para el paseo y el disfrute del paisaje, convierten al lugar en uno de los atractivos turísticos más importantes de la región. El agua que utiliza el balneario viene de un manantial cercano exclusivamente para ésta función.

Los servicios que presta la instalación son muy variados:
Para combatir el estrés, la tensión nerviosa, la artrosis, afecciones de piel y los problemas circulatorios. También disponen de hidromasajes, chorros termales, baños de burbujas, entre otras cosas.
Así que después de un baño anti-stress os animo a daros una vuelta por el pueblo para conocer su gastronomía y a sus gentes.
Para abrir el apetito podéis tomaros un aperitivo en uno de los bares de la plaza del pueblo acompañados de un buen vino de la zona. Uno de los platos típicos y con fundamento son las migas. También podéis encontrar el escarapuche que consta de un picado de carne con tomate y cebolla aliñado con aceite y vinagre por encima. Un plato riquísimo y muy apreciado por la gente de la localidad. Y como postre, hay una gran variedad de surtidos de dulces típicos. A mi particularmente me gustan mucho las magdalenas de la panadería Felipe Abril. Están buenísimas. Además la receta es secreta, ya que va pasando de generación en generación.
Otros dulces son: los pestiños, las tortas de Candelilla y las Tortas de Chicharrones. Humm…. Se me hace la boca agua.
Después de comer, si vais en época otoñal o bien entrada el invierno os aconsejo que os quedéis en casa al lado de la chimenea contemplando el chisporretear del fuego.
_Bueno, Dani, pero no que se te olvide explicar a los oyentes las plazas hoteleras del pueblo.
Cierto, es que me lío a hablar de comida… bueno, sí eso, existen tres hostales en Valdecaballeros.
Uno de ellos se llama La Vaguada, un poco alejado del pueblo y pegado a la carretera comarcal con vistas al embalse.
También os podéis hospedar en el hostal los Encinares: más cerca del pueblo cuenta con campo de golf incluido.
O, si queréis, también está el antiguo Molino de Aceite convertido en Casa Rural: Se encuentra completamente equipado: con baño, cocina y comedor y con habitaciones compartidas o independientes. Los precios son económicos: si vais en grupos coged las habitaciones múltiples con cabida para cinco personas por un precio de 30 euros la noche.
Finalmente, comentaros que los pueblos de alrededor también son dignos de visita. Muy cerca tenéis Castilblanco, Herrera del Duque, y sobretodo, Puebla de Alcocer. En este último, debéis entrar en el castillo. Una joya arquitectónica muy buen cuidada y desde donde se ven unas vistas espectaculares.
Bueno, esto es todo, aunque podría seguir hablando sobre Valdecaballeros. Sé que mucha gente no lo conoce, y por eso es tan diferente a otros pueblos, ya que sigue teniendo esa esencia que lo hace único. Os animo a todos a visitarlo algún día, ya que la gente es muy amable y hospitalaria.
Así que ya lo sabéis, si un fin de semana no tenéis nada que hacer podéis pasarlo en Valdecaballeros, el rincón de la tranquilidad de todo Extremadura. Seguro que no os defraudará.
BY DANi.

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